miércoles, 24 de julio de 2013

MAR DE OLVIDO



Vete lejos para siempre de mi vida, 
no me busques, no me llames,
no preguntes si estoy vivo o si estoy muerto:
Es mi firme decisión, quiero vivirla, 
sin angustias, sin afanes, 
no perturbes por favor la paz que siento.

Me cansaron tus promesas y mentiras,
pobre ilusa, anda y busca,
algún tonto a quien enredar con tus cuentos, 
que yo con esta experiencia mal vivida, 
creo que nunca, vuelva y sufra, 
viendo cómo te ríes de mis sentimientos.

Quiero libertad que la perdí hace mucho tiempo, 
siendo un instrumento de tu risa mal fingida. 
Quiero libertad que la perdí hace mucho tiempo, 
siendo un instrumento de tu risa mal fingida. 
Yo quiero borrar de ti el más mínimo recuerdo, 
que si te veo ni me acuerdo, sé así una desconocida. 

Quiero como un ave alzar el vuelo,
llegar cerquita del cielo como en una fantasía.
Quiero como un ave alzar el vuelo,
llegar cerquita del cielo como en una fantasía,
para que la fuerza espiritual que adentro llevo, 
me haga suspirar de nuevo pero lleno de alegría. 

Quiero que de nuevo mis canciones tengan 
notas parranderas, sabor a poesía, 
que si las escucha un indio allá en la sierra, 
sienta que sus penas se hinchan de alegría.
Que hasta el maestro Leandro Díaz crea que sueña 
con una morena al oír su melodía, 
y diga caramba la tierra juntera es tan 
privilegiada como lo es la mía.

Yo te quise hacer la dueña de mi vida, 
de mi mundo, de mis sueños, 
mejor dicho hasta del aire que respiro, 
porque en ti creí encontrar la flor más linda, 
la más tierna, pura y digna, 
la que pondría fin por siempre a mis desvelos.

Como fuente de agua pura y cristalina 
mi futuro, junto al tuyo,
lo juraba  como en la gloria del cielo. 
Y hasta pregoné en mis canciones sentidas
ser tan tuyo, que mi orgullo,
era ver ante mi amor todo pequeño.

Pero me ha tocado renunciar aunque te quiero, 
porque en realidad no es oro todo lo que brilla. 
Pero me ha tocado renunciar aunque te quiero, 
porque en realidad no es oro todo lo que brilla.
Tú y la vanidad van de las manos tan unidas 
que podrías con tus mentiras, gobernar al mundo entero.

Tu eres muy capaz de hacerle cambios a la Biblia 
con tu mente retorcida, sí tu espíritu está enfermo. 
Tu eres muy capaz de hacerle cambios a la Biblia 
con tu mente retorcida, sí tu espíritu está enfermo.
Yo pude escapar porque hay un Dios q me ilumina 
y siempre aparta las espinas, cuando oscuro es mi sendero.

Por eso la fuerza del cesar crecido 
la traigo en las venas y en el alma mía, 
también la firmeza propia del guajiro 
que en su peor tristeza demuestra alegría.


 
Uno se tropieza y queda adolorido 
pero no hace ruido cuando hay valentía.
Y yo esta experiencia que viví contigo, 
con un mar de olvido la ahogaré algún día.


Marciano Martínez




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